
Que
difícil se me hace hablar de esto cuando no siento ningún odio a los
independentistas, incluso tengo amigos que lo son, cada uno sabrá por lo que
quiere luchar o en qué lugar desea estar, en ningún caso me molesta siempre y
cuando su protesta sea desde el respeto a los demás, simplemente no es mi
lucha, ¡allá cada cual!, lo respeto… por mí como sigue llegas a lograr la
república independiente de tu casa… Yo al fin y al cabo siempre voy a ser
“dependiente” porque quiera o no quiera siempre voy a tener que depender de
alguien.
Que
difícil se me hace hablar de esto cuando ni siquiera me gusta el futbol, no lo
suelo ver nunca excepto curiosamente cuando hay algún mundial, Eurocopa y poco
más, y no creo que con esto me haya ganado el carnet de patriota, de hecho no
he visto ningún partido de la copa del rey, ni siquiera este último de la
polémica pitada… Desconozco si los equipos pueden jugar o negarse a disputar un
partido de determinados torneos, pero de lo que si estoy seguro es que ninguno
de los que pagó la entrada de ese partido estaba obligado a comprarla, sabíais
que era un partido de copa del rey… ¿Qué esperabais? ¿La marsellesa?, coño pues
ya que has ido muestra un mínimo de respeto… si con alguien no estoy de acuerdo
y no comulgo para nada con sus creencias es con la iglesia, he tenido que
tragarme bodas, comuniones y funerales por desgracia, y jamás le pegué una
pitada al cura de turno, y posiblemente se lo tendría merecido.

Puestos
a pitar, pitarle a los políticos corruptos, pitarle a los bancos rescatados,
pitarle al paro al abuso de poder, a la violencia de género y a cualquier tipo
de violencia, pitarle a la corrupción urbanística y a la trata de blancas,
pitarle a los desahucios y al empleo basura y así me podría tirar todo el día… pero
no, ahí no pitáis, ahí os tocáis el pito.
Las fotos excepto la del balón me han llegado por WhatsApp y desconozco sus autores
Nota: me parece igual de ofensiva la pitada de la Copa del Rey como la foto de 1940 (en el encabezado de este post) por lo que representa.
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