En el
gimnasio me siento…. Como un pulpo en un garaje, como un elefante en una
cacharrería, como un burro amarrado en la puerta de un baile… Está claro que no
soy carne de gimnasio, pero por mis circunstancias últimamente no puedo
saltarme ni una sola semana mi gym-sesion, asique no queda otra… a hacer
repeticiones!!!
Como es
normal para entrar en el gimnasio tienes que cumplir una serie de normas como
el llevar ropa adecuada (no se puede ir
en pelotas por muy “mazao” que estés), calzado deportivo exclusivo para el
interior de la sala (para no traerte barro o alguna “mina” de perro por
ejemplo) y el uso de toalla para el sudor… Lo de la toalla digamos que es más
preventivo que otra cosa, lo suyo sería ir con una manta o algo de similar
tamaño, porque la toalla da hasta donde da… te subes en una máquina pones la
toalla en el respaldo y no dejas ni una gota de sudor… no lo dejas en el
respaldo, pero igual el asiento lo has dejado empapado, porque no sé qué pasa
pero el culo suda tanto como la espalda… en ocasiones incluso más, de hecho yo
hay máquinas que no sé dónde coño poner la toalla… ¿¿¿culo o espalda???... por
no decir ya las manos, asique acaba tu genética y la de los demás repartida por
todo el gimnasio…
Hay
otras normas no escritas pero entendibles entre usuarios como por ejemplo el
reservado de una máquina, la gente deja una toalla encima de la máquina de
turno y con eso ya queda reservada…. Es como ir a pillar sitio en las playas de
Benidorm, ¡ni se te ocurra ponerte aquí! ¡Ojo que hay toalla! ¡Peligro de
muerte!, según los que hacen esta práctica es porque tienen que hacer una serie
de repeticiones y ya la han colocado perfectamente ajustada a su manera, así
nadie se la cambia mientras ellos hacen recuperación o se dan un respiro, cosa que
me parece una chorrada porque hoy en día todas las máquina vienen con números o
algo en los ajustables, solo es memorizarlos, por ejemplo pierna 3, asiento 2,
respaldo 5, y ya tienes la máquina donde quieres… Yo el primer día que me
encontré una toalla en una máquina que iba a usar, la cogí y la tiré en la
máquina de al lado (claro no sabía nada), y seguramente pensé: algún gilipollas
ya se ha dejado la toalla.
Los
espejos son una parte fundamental en los gimnasios, sin ellos no seriamos nada…
te sientas en una máquina, empiezas a levantar peso y tienes que poner cara de
esfuerzo extremo, da igual si estás levantando 5, 15 o 70 kilos lo importante
es que el espejo refleje la cara de un tío al que un pitbull le está mordiendo
los huevos, ya si consigues hinchar vena de cuello eres un crack!!!. También en
los espejos la gente mira sus “progresos”, y ves como la peña empieza a enseñar
bíceps ante el espejo, como si no se lo trajesen ya mirados y remirados de
casa, otros disimuladamente se levantan la camiseta para ver si sus abdominales
siguen estando ahí o se han fugado en los últimos 30 segundos que no los
miraron… Se nota si están satisfechos con sus “progresos” cuando el espejo
devuelve una sonrisa multiorgásmica.
Si no
eres muy fan de los 40 o del chumba-chumba la música del gimnasio te parecerá
un auténtico coñazo (como es mi caso), no sé de dónde demonios sacarán la
música… Pero lo intuyo…. “Éxitos populares de gimnasios”, “Remix muscle
fitness” … ya a la venta en las mejores gasolineras!!! Para evitar esto, yo me
pongo mi “musicota” en el móvil, con los cascos… el problema es que me centro demasiado
en lo que hago y me olvido del mundo, y de repente me pongo a cantar un trozo
en voz alta, o tarareo, o silbo un estribillo o un punteo… y claro… la gente me
mira raro….
En el
gym todo son comparaciones, y si tú haces 15 repeticiones yo hago 35, lo suyo
es que cuando cojas una máquina que acaba de abandonar otro, si la ha dejado en
20 kilos tú le metas 25 ¡aunque te partas las piernas!, no puedes ser menos que
el anterior porque la gente está “vicheando” y tu hombría no puede quedar por
los suelos…. También se “vichea” mucho en cintas corredoras, bicis o elípticas,
hay que hacer más kilómetros, quemar más calorías y conseguir una frecuencia
cardiaca menor que tu rival…. La peña se harta de tanta mirada y acaba posando
la toalla encima del display tapando los resultados, truco anti-voyeur.
Y ya el
súmmum de las comparaciones se concentra en los vestuarios/duchas, y bueno… lo
de siempre… hay comparaciones que son odiosas y otras que te aumentan la
autoestima… Tampoco es que quieras mirar ni comparar, es que no se puede
evitar, a no ser que te cambies o que te duches con los ojos cerrados… Como sea
“hora punta” el vestuario es un campo de nabos…. Por regla general los que se
muestran más despendolados en los vestuarios son aquellos con mejor escaparate
corporal, más recatados suelen ser los tirando a “cuerpo escombro” aunque hay
excepciones (ley de la superficialidad de Frívolo año 1960 D.C).
Aunque
pueda parecer lo contrario defiendo el gimnasio a capa y espada, lo digo más
que nada antes de que me empiecen a “caer ostias” de culturistas y “musculoides”
(que encima éstas deben de doler más) y luego la gente lo malinterpreta todo….Cada
uno puede invertir su tiempo en lo que le venga en gana, si nunca has ido por
el gimnasio te sorprenderás de encontrarte con gente conocida que ni siquiera
te imaginabas que iba, también harás nuevos amigos, porque como en todos los
sitios hay gente para todo, y siempre te encuentras con el típico dispuesto a
echarte un cabo, a decirte cómo funcionan las cosas y hacer que tus desastrosos
inicios sean menos traumáticos, y lo más importante, la salud, cada vez existen
más estudios de los beneficios asociados al ejercicio físico: mejorarás tu
forma física, tu resistencia, tu fuerza y flexibilidad además de aumentar tu
autoestima y tu bienestar general…. Asique ¡¡¡TODO DIOS AL GYM!!!, de hecho 9
de cada 10 médicos lo recomiendan…. El que falta está en el bar.