¡Eh! ¡Vuelto!
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En ocasiones hay que parar, para coger aire o para soltarlo,
para lo que sea, pero hay que parar, y dedicarle tiempo y atenciones a otras
cosas, gentes o menesteres… Porque si no todo se convierte en rutinario y acaba
atufado con el odio de lo que se repite mecánicamente atiborrando nuestra parte
autómata… Además parando es la mejor forma de comprobar que lo que haces te
gusta, te llena y te satisface porque cuando llevas un tiempo sin hacerlo lo
echarás de menos…
Quizás demoré mucho mi vuelta, porque también es verdad que
una vez que te has ido cuesta más volver y aunque tengas ganas por una parte por
otra te vuelves retozón y remoloneas con el retorno, retrasándolo, posponiéndolo
con ninguna excusa válida y entras en un bucle de “vagueza” y remordimiento que
en algún momento le tenía que echar huevos y enfrentarme a él para cruzar esa
delgada línea de mi tontería terrenal.
Obviamente necesitaba esos empujoncitos que muchos de
vosotros me habéis sabido dar y que agradezco…. Necesitaba ese correo
electrónico que me decía que hay que alimentar también otras partes (refiriéndose
al blog), Necesitaba esa franqueza de ese alguien que me dijo “me di una vuelta
por tu blog pero no había nada nuevo”, Necesitaba esos WhatsApp de ese alguien
con “echo de menos tu blog” y por supuesto necesitaba encontrarme con esa chica
en el bar que me contó que la encantaba todo lo que escribía (me llegó al alma,
gracias!!!), con esto es más fácil la vuelta y además queda alimentada la parte
de mi ego, porque como todo dios lo tengo en mayor o menor medida, a veces
escribir sirve para desahogarte (eso que te ahorras en psicólogos), pero generalmente
se escribe para que alguien lo lea.. ¿De qué sirve escribir si nadie te lee? Yo
para eso soy un poco como las hadas… si nadie cree en mí desaparezco…
Hoy volví a casa, regresé al barrio de las letras, con una
mezcla de alegría y desazón por el reencuentro, por ver como estaba todo, pero
en definitiva feliz de volver a casa.
Aún no me dio tiempo de deshacer la maleta, venía cargada de
nuevas experiencias y a punto de estallar con los recuerdos de este último
viaje… Estaba ansioso por salir y pasear, y bajé hasta plaza pensamiento y vi que todo seguía igual,
la plaza continua rebosante de vida, como siempre, invadida por el bullicio,
por los gritos de la chavalería, el andar de los transeúntes, o el charlar
despreocupado de quien baja a la plaza para echar la tarde…. Continué mi paseo
por calle lógica, posiblemente la zona más tranquila del barrio, tan ordenada y
limpia como siempre, aunque de cuando en cuando algún desalmado trate de
quebrantar su paz… gracias a dios a día
de hoy sigue sin ser corrompida, dejo a mi derecha calle lógica y cojo el
pequeño sendero que sube hasta uno de mis lugares preferidos cuando necesito
pensar, cuando necesito estar sólo… las vistas son increíbles desde el mirador
de las cavilaciones pero hoy no es el día, no estoy suficientemente centrado
como para reflexionar, estoy de regreso y lo que me apetece es celebrarlo, creo
que tomaré unas cervezas por la zona de majaderías, seguro que mis amigos a
estas horas andarán por locura o insensatez, me apetece cultura, cultura de
bar.