Llevo tiempo dándole vueltas a esto, mucho tiempo, muchas
vueltas, demasiado, demasiadas, no sé si es miedo, desgana, o un rotundo “no me
da la gana”, el caso es que lo voy dejando, para más adelante, quizás otro día,
cuando esté más animado… Está claro que cuando algo no nos apetece cualquier
excusa es válida y bienvenida, y el tiempo va pasando, porque el tiempo siempre
pasa y no perdona, y la bola se va haciendo cada vez más grande, como todo lo
que dejas sin hacer, como todo lo que etiquetas con la palabra “mañana”.
Sí, creo que es miedo, no voy a negarlo, porque si fuese
otra cosa tendría agarrado ya el toro por los cuernos, pero no hoy, ayer o
antes de ayer, estaría ya firmada la resolución a este sin sentido, pero el
miedo es libre, campa a sus anchas y transita a su puta bola por nuestras vidas
en cuanto le dejamos la puerta abierta y le permitimos entrar. Sí, creo que es
miedo, no tengo porque negarlo, el que esté libre de pecado que tire la primera
piedra.
Internet me muestra las claves para enfrentarse a los
miedos, nada especial, nada que no sepamos todos ya: Dejar de huir (lo natural
es poner excusas para afrontarlo), Dejar de negarlos (el primer paso para superarlo
es aceptarlo), Dejar de luchar (cuanto más luchas contra ello más grande se
convierte), Hacerse amigo de tus miedos (Se trata de normalizarlo como una
emoción incómoda y pasajera) y por último, Afrontarlos como una oportunidad
para crecer (un maestro que te enseña) … Me termina de convencer una frase de
Nelson Mandela: “No es valiente quien no tiene miedo sino quien sabe
conquistarlo”
¡Pues ya está! ¡A por ello! ¡Se acabaron las excusas! ¡¡¡Hoy
limpio el horno!!!
A ver… Que nadie se echa las manos a la cabeza, está
guarrete, pero tampoco nivel piso de estudiantes, está guarrete, pero no como
para que viva ahí el Demogorgon, que sí, que está guarrete pero ni siquiera
como para que venga Chicote repartiendo collejas. Repito parábola: al que no le
saque de sus casillas limpiar el horno que tire la primera piedra.
Vuelvo a internet buscando la panacea, el remedio milagroso
para sorprender al enemigo en la batalla. Agua, bicarbonato, vinagre, ¡empezamos!
Quito las bandejas y las rejillas, echo producto, y comienzo a frotar, se
empieza a volver todo parduzco, supongo que es porque está saliendo la mugre,
el vinagre, o los gases de la reacción de esta con el bicarbonato me están
dando un puntito fiestero y todo, lo mismo no lo tenía que haber hecho con
vinagre de vino, da igual, es la que tenía por casa, sigo frotando, pero el
trapo se engancha en todos los lados, donde se sujetan las rejillas, en los
agujeros del ventilador, las resistencias… Esto tenía que estar diseñado más
rollo vitro, ¡todo plano y punto!
No me termina de convencer el resultado, esperaba algo más,
no sé… ¿reluciente?, me voy al súper a buscar algún producto de limpieza que lo
mismo es más eficaz que los milagros de internet. ¡Joder! ¡Me tenía que haber
pillado un horno pirolítico!, que no sé exactamente lo que es, pero por lo que
he oído, tú te piras y se limpia solo, de ahí el nombre.
Vuelvo del súper con “Mr Muscle” (se va a cagar el horno de
las narices), pone que elimina la grasa sin frotar ni rascar ósea que debe ser
algo así como un pirolítico en spray, debería de echarlo y pirarme, pero por si
las moscas voy a leerme el “prospecto”.
“En caso de salpicadura y para evitar quemaduras, lávese con
agua fría durante al menos 20 minutos” ¿En serio? Esto da “yuyu”, eso no es
lavarse, yo he hecho duchas que han durado bastante menos tiempo. “Proteja adecuadamente
el suelo debajo del horno y las superficies externas que lo rodean” ¿proteger
el suelo? ¿pero yo que he comprado? ¿¿¿uranio enriquecido??? “Desconecte o
desenchufe el horno” Vamos a ver… El horno o le enciendo o está apagado, no
puedo desconectar, no trae un “on/off”, tampoco puedo desenchufar, ni siquiera
veo el enchufe, está todo encastrado en la cocina y no voy a desmontar media
cocina por el Mr muscle este. “Cierre la puerta y deje actuar el producto un
máximo de 30 minutos” ¿Qué puerta?, ¿la del horno?, ¿la de la cocina?, ¿la de
casa?, ¡debería ser más preciso!
Pues nada, realizado el proceso, lo de “elimina la grasa sin
frotar ni rascar” … ¡mis narices!, lo de “Mr muscle” sin embargo bastante más acertado,
un par de repeticiones más frotando y rascando y me habrían cobrado la cuota
del gimnasio… Y el resultado… Pues que quieres que te diga… Yo me esperaba un “a
estrenar” y me ha quedado más tirando a “de ocasión”. Aparte de quedar un olor
indescriptible, entre antiséptico y limpia muebles que espero que no se quede agarrado
en la próxima pizza que meta al horno.
Y la próxima vez… la próxima vez ni miedo ni leches, ni
vinagres ni míster músculos, ¡¡¡la próxima vez yo me doy la pirólisis al bar!!!.
Estás que te sales. Dos artículos en una semana
ResponderEliminarMe llegó la inspiración después de la presentación de un libro, hace una semana. El autor habló algo sobre las musas... Gracias por leerme!!
EliminarMiedo a la limpieza?,creo que fue más al mal resultado del uranio enriquecido de supermercado.
ResponderEliminarEnorme como siempre con tus buenos relatos,ya nos tienes enganchados ,al menos a mí
Jajaja un poco a todo. Creo que el horno es el típico "marrón" que vas dejando pasar. Me alegro que te haya gustado. Gracias por leerme!!
EliminarPara quitar el olor ese indescriptible ... calienta en el horno y lo apagas y Metes un vaso de leche y lo dejas hasta que se enfríe
ResponderEliminarGracias por el aporte!! Gracias por leerme!!
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