Observadores Onanistas

lunes, 30 de septiembre de 2013

Viaje en el tiempo.

Siempre me gustó viajar.. recuerdo los viajes en coche de cuando niño, en el asiento de atrás, mi padre al volante...a veces miraba el paisaje... campos, prados, bosques, montañas, animales, nubes, casas, farolas, árboles, otros coches....otras miraba a mi padre... la posición de las manos, sus ojos pendientes de la carretera, como accionaba los mandos...

En esos tiempos no era obligatorio el uso del cinturón trasero, me incorporaba y me colocaba en el hueco entre los dos asientos delanteros, y le hacía preguntas a mi padre... que es esto??, que es aquello??, de que es esa señal??, a cuanta velocidad vás??, cuanto queda??, porqué se enciende esa luz??, que pueblo es este??, mi padre iba respondiendo mis preguntas como podía, algunas creo que se inventaba las respuestas...

Me ponía a hurgar en el hueco de las cintas (casetes), y le pedía que pusiese esta o la otra sin importarme si lo que estaba oyendo en la radio le interesaba...

Le instaba a que pusiese la calefacción cuando tenía frio, y bajaba la ventanilla de mi lado cuando hacía calor (no teniamos aires acondicionados), recuerdo que las ventanillas traseras solo se bajaban hasta la mitad, imagino que sería alguna medida de seguridad del momento, aún con esto me tenía que llevar alguna reprimenda por sacar el brazo en exceso por la ventanilla, nada te hacía más libre que el aire y la velocidad golpeando en tu mano, arrimabas también la cabeza y te alborotabas todo el pelo...

Y se hacía de noche, y el paisaje cambiaba y se tornaba oscuro hasta que divisabas un pueblo, al fondo, a lo lejos, diminutas luces...vigilaba entonces los ojos de mi padre, por aquello de que no se durmiese, y cada poco tiempo mantenía guardía comprobando su estado en el espejo retrovisor interior... por regla general era yo el que me acababa durmiendo, si te dormias para el lado de la ventanilla, tu cabeza iba golpeando y rebotando en el cristal al ritmo de los baches, si por el contario te dormias para el lado contrario, despertabas con tortículis de la mala postura...

Ahora soy yo quien conduce el coche y mi padre va detrás.... cuando permanece con los ojos abiertos, imagino que observa el paisaje, contemplándolo desde un punto de vista diferente al acostumbrado...

 Su cinturón le apresa y le ciñe al asiento, no hay margen de movimiento, no suele preguntar  nada, a menos que se establezca una conversación, cosa poco habitual debido a las posiciones... si yo hablo hacia delante le dificulto su audición...

Supongo que le da absolutamente igual si llevo la radio o un cd, y eso que me esmero en no poner AC/DC ni cosas de estás que ni le gustan, ni comparte, ni las entiende....

 Tampoco se queja normalmente de la temperatura, de hecho llegas hasta el punto de preguntar si tiene frio o calor por buscar su comodidad...

Si cierra los ojos, nose si se ha dormido, o esque quiere olvidarse de todo, de como cambió la vida, de que ahora ocupa el lugar posterior... ni siquiera sé si vigila mis ojos por si cayesen rendidos... y le pregunto: como va todo por ahí atrás?? A lo que el suele responder con un: Bien!! que aunque positivo a mi me suena con un poso de tristeza.




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