Observadores Onanistas
lunes, 23 de diciembre de 2013
Bicho.
Es increible como te puede cambiar la vida en un giro inesperado, en un segundo, en un ápice de tu existencia. Curiosamente y no quiero ser negativo los giros bruscos inesperados del destino suelen ser malas noticias, tengo la sensación de que cuando la cosa es para bien no es tan directo, sino más progresivo, en cambio estos giros repentinos malignos vienen a la velocidad de la luz, son patadas en los huevos, y la ostia es tal, que te sacude, te doblega y te hace poner las rodillas en tierra.
Bicho es el perro de mis padres, un pequeño perro sin marca, juguetón y algo travieso, obsesivo con las piedras, palos o cualquier otra cosa que puedas lanzarle y que él recoja, últimamente, no sabemos por qué (no soy Cesar Millan) le ha dado por perseguir a los coches, por supuesto se le riñe para que no lo haga, aunque no conseguimos buenos resultados... por lo demás un perro como otro cualquiera con sus más y sus menos.
El sábado a mediodía recibo una llamada de mi madre, sobresaltada me cuenta que a Bicho lo ha pillado un coche, casi era de esperar después de su última cabezonería por perseguirlos, la noticia es como un mazazo en mi cabeza, le digo que acudo en seguida para llevarlo al veterinario, mi cabeza empieza a ponerse en marcha a toda velocidad, madura que a poco que le haya hecho será muy grave, es un perro muy pequeño, y mis nervios se disparan, no encuentro ni los pantalones, me doy toda la maña que puedo.
En casa de mis padres recojo al perro, al parecer el golpe se lo ha llevado en la cabeza, está nervioso y aúlla sin parar, supongo que el golpe, los dolores, el susto, tiene los ojos fuera de su sitio, la imagen estremece, no quiero mirarlo demasiado, entre otras cosas porque me hace retorcerme, al coche y al veterinario más próximo (15 km aproximadamente).
Ya en el veterinario nos confirman lo que ya sabíamos, el impacto le ha sacado los ojos de las cuencas, nos explica que hemos hecho bien acudiendo rápido pues en un tiempo determinado (que ahora no recuerdo) el ojo se seca y ya nada se puede hacer por él, aun así nos explica que el ojo derecho lo tiene muy fastidiado posiblemente lo perderá y que el izquierdo tiene alguna probabilidad, hay que operar. Dejamos a Bicho en la clínica, lo han sedado, está dormido, espera la operación, hemos hecho lo que estaba en nuestra mano, dada su situación está en el mejor lugar posible.
De noche ya, nos llama la veterinaria, nos cuenta que le ha hecho placas al parecer no tiene ningún golpe más ni nada más roto, se agradece algo así entre tanta..... los ojos se los ha colocado, podemos ir a por él. Entramos en la clínica, lo veo al fondo, parece tranquilo, le hablo y empieza a llorar no sé si de felicidad, de gratitud, o de qué, pero es un momento muy emocionante, lo cojo en brazos, nos cuenta la veterinaria que son mimos que hasta que no hemos llegado no se ha quejado de nada... Tiene los párpados cosidos para la recuperación o el intento de recuperación de los ojos, en unos días (de momento) tendremos un perro ciego, con lo cual nos aconseja armarnos de paciencia y darle mucho cariño. Para casa.
Sentimientos encontrados... me retuerzo de verlo, se me hace muy duro, siempre tan independiente y ahora tan dependiente, intenta andar por casa, se choca contra las cosas, tiene momentos de tristeza, otros de alegría (mueve el rabo), pero es consciente de sus lesiones y quiere luchar contra ello, intenta quitarse el cono de plástico del cuello, si lo lograse posiblemente se saltaría los puntos con las patas y sería un horror, no me gustaría verme en su pellejo, su mundo se ha vuelto oscuro.....
Hablas con gente, les cuentas el caso y alucinan, pero lo peor de todo es cuando escucho cosas como: -¿para qué quieres un perro ciego?, o - pensándolo fríamente lo mejor sería ponerle la inyección (matarlo), estos comentarios me horrorizan y me llevan los demonios, joder!! qué fácil es matar las mascotas de los demás!! ¿alguien se para a pensar en el cariño que se le coge a una mascota?, ¿en el cariño que él da?, no lo entiendo... al fin y al cabo está vivo, incluso tiene alguna posibilidad, podría quedarse solo tuerto.... pero ya está, como ya no es perfecto... ¿ya no sirve?... este mundo cada vez es más despiadado, aunque queramos adornarlo con mensajes de humanidad exclusivos para la publicidad.
El domingo también fue un día duro, el perro estaba muy tristón, suponemos que los acontecimientos lo habían agotado, incluso también tuvo momentos de mala leche posiblemente por los dolores, porqué fue ponerle dos inyecciones que nos dieron y cambiarle un poco el carácter, encima no meaba y esto si es importante, no sabíamos si tenía alguna rotura interna posterior o se sentía desubicado, lo sacábamos por los lugares donde el solía mear y nada... barajamos las posibilidad de sondarlo, pero el milagro llego a última hora en forma de líquido amarillo, al final parece que ha pasado la noche tranquilo.
En el momento que lanzo este post al blog, le toca a mi padre llevar a Bicho a la clínica veterinaria, dependiendo de cómo vaya todo, es posible incluso que le quiten alguno de los puntos de los ojos, aunque no se puede adelantar acontecimientos, espero y deseo que tenga suerte, por su propio bien, que si no puede recuperar todo al menos tenga algo de visibilidad para que dentro de lo que cabe tenga una vida digna y no una vida de perros.
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