Observadores Onanistas

miércoles, 13 de enero de 2016

CORRER POR CORRER.

Preparados, listos...ya!!!
Hace dos días empecé los entrenamientos de lo que en principio y si a mi cabeza loca no se le cruza otra majadería de por medio será mi próxima carrera oficial; la 3ª Carrera Gustaviana, en pleno centro de Madrid, dentro de la Rock and roll Madrid Maratón 2016.

Ahora, echando la vista atrás me quedo perplejo de hasta donde he llegado, hasta donde me han llevado mis zapatillas, mi constancia y mi tenacidad, es más, si me lo llegan a haber contado hace siquiera 3 años seguramente me habría partido el culo.

Aquella primera carrera de 2013.
Lo mío no fue empezar a correr por cuidar el aspecto físico o culto al cuerpo, no fue por adelgazar, tampoco fue por moda o porque todo dios empezaba a hacerlo, lo recuerdo perfectamente, fue una noche de borrachera  (que paradoja) y posiblemente una de mis mejores amigas (o la mejor) la culpable, entre copa y copa, empezamos a hablar de correr, que ella ya había probado a salir un par de días a hacerse algún kilómetro, yo entre risas alegué que correr era de cobardes, y siguieron las copas, hablamos de las carreras populares y de vivir la experiencia, el caso es que en el transcurso de la noche apareció la célebre frase maldita: ¿A que no hay cojones?....y como a ciertas horas y después de varias copas uno se ve apto para todo, por no decir que se cree el puto amo … Apuramos nuestros cubatas con el firme propósito de apuntarnos a los 10 kilómetros de la Rock and Roll Madrid Maratón de 2013.

Fue duro, fue muy duro empezar, apenas sabía de correr que era poner un pie tras otro pero más deprisa que andando, y te echabas a la calle con tu chándal y tus zapatillas y al cuarto de hora te querías morir, y volvías a casa con el rabo entre las piernas, maldiciendo aquella noche, maldiciendo tu gilipollez alcohólica.

Pero había hecho un pacto, trato o lo que fuese aquello con una amiga y para mí eso tiene tanta validez como un contrato ante notario…  y llegamos a Madrid y nos hicimos nuestros 10 kilómetros, a nuestra manera, a nuestro ritmo, pero lo hicimos y nos sentimos dioses.

Por Bruselas.
Desde entonces me quedé enganchando a esta mierda de correr y la verdad que no me ha traído mas que alegrías y beneficios, gracias a correr he mejorado físicamente (curiosamente lo que no buscaba), gracias a correr he podido conocer gente nueva, algunos de ellos ya se quedarán en mi colección de amigos de por vida, correr me ha llevado a conocer nuevos lugares, también a disfrutar de otra manera lugares conocidos, salí a correr bastantes veces por Madrid, un par de ellas por Burgos, sufrí como un perro en Babia (León) debido a su altitud, también maldita fue la humedad corriendo en Lisboa (Portugal), en Usurbil (Guipúzcoa) todo fue más fácil gracias a los chuletones de la noche anterior, precioso paisaje para correr el de LLanes (Asturias), en Granada recuerdo que todo era cuesta arriba pero mereció la pena por llegar hasta los pies de la Alhambra, las playas de Torremolinos, Benalmádena (Malaga), incluso el destino me llevo a recorrer las calles empedradas de Bruselas (Bélgica), Obviamente mi zona me la trillé corriendo; Quintana, Aranda, los Gumieles, LaAguilera….

Correr me sirve también como cura para el alma, cuando no has tenido un buen día, cuando le das vuelta a un problema que te reconcome o simplemente cuando estás hasta los huevos de todo, no sé que tiene correr pero desconectas, es como si según vas pegando zancadas tus problemas van quedando atrás... Una vez liberadas tensiones y ya cuando terminas, el subidón es tan grande que durante el rato que revolotean a tu alrededor las endorfinas te crees inmortal

Avituallamiento Ribera del Duero con amigos.
Al final con la tontería en 2015 cayeron 800 kilómetros en 9 meses y eso que nunca me lo tomé demasiado en serio, y sigo sin hacerlo, no quiero que me esclavice, quiero disfrutarlo sin obsesionarme por las marcas ni los tiempos, porque tengo claro que es un hobbie.

Dios me libre de las malditas lesiones, que ahí están y que corriendo son el pan nuestro de cada día (nótese el lenguaje religioso de los adeptos a esta secta más). Ojalá este 2016 me traiga muchos nuevos kilómetros por recorrer, con sus nuevas agujetas, con sus nuevos “sin aliento” y con sus nuevos flatos , con sus nuevos tropiezos para poder volver a levantarnos, ojalá me traiga también nuevos amigos runners  y por supuesto nuevos lugares que correr por correr.



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