Como vino se fué.

Vivir en territorio vinícola conlleva convivir con expertos enólogos o al menos entendidos, particularmente siento que soy un analfabeto en este campo, y aunque ahora empiezo a darle la importancia que se merece, creo que me queda un largo camino por recorrer, hasta hace bien poco mi mayor preocupación era conseguir la mezcla perfecta envolviendolo con coca-cola. El compartir diario con una persona amante de los caldos, hace que te llame la atención, y la curiosidad te empuja a intentar comprender y devanar ese entramado de olores y esa encrucijada de sabores.

 Hasta ahora mi ignorancia me indicaba que todo era una patraña, lo empecé a comprender comparandolo con la música, yo, como amante de esta, cuando oigo una canción la analizo, busco que se oiga el bajo, el sonido del bombo de la batería, si las guitarras están dobladas, las voces... así hasta un sinfín de cosas, si lo trasladas al mundo de Baco es exactamente lo mismo. Se diferenciar entre el que me gusta y el que no, es lo que tiene estar en el parvulario de los vinos... y meto la nariz en la copa.... me huele a..... alcohol???, puede ser que 19 años como fumador hayan pasado factura a mi pituitaria, pero no cejaré en mi empeño, tengo que encontrar... grosellas, café, madera, chocolate, habrá que ejercitar el hocico.

Aparcamos la olfativa y entramos en fase visual, copa sobre fondo blanco (creo que he invertido el proceso de las fases, me supondrá un punto menos en la evaluación final), color.... vino???, que si hay impurezas???, que tienen que pasar peces nadando???, está limpísimo!!!. Llega el mejor momento, degustación fase gustativa, y paso de escupirlo, eso es para los doctorados o diplomados, tostados???, minerales???, me sabe a vino, y está bueno.

Esto no va a quedar así, es ya una cuestión de amor propio, creo que este fin de semana me pondré las pilas, realizaré un curso intensivo en favor de mi aumento cultural, descorcharé una botella o varias y brindaré por el saber, por la vida, el amor..... por tutatis!!!.