Estoy mal…. No sé si es el cambio de estación, el peldaño de
subida del verano al otoño, o el
tránsito alocado de Aries sobre el
planeta Venus…
Me encuentro perdido en este otoño “veranizado”, en esta
primavera otoñal, en este verano marchito…. el tiempo se ha vuelto loco y se ha
propuesto que enloquezca con él.
Estoy desgastado, raido, cansado, como si el verano hubiese
fundido mis pilas, domándome y doblegándome a prepararme para el modo
hibernación que será el próximo cambio… Con tan poca energía no soy capaz de
realizar mi fotosíntesis.
Me noto raro, como si mis biorritmos marcasen tiempos
desiguales a los que marca la vida, y para colmo nos han cambiado las horas y
han trucado nuestros relojes atenuando
este maldito jet lag impasible e inclemente.
Estoy sin rumbo, a la deriva, dejándome llevar por el oleaje
de la rutina, por los vientos de la repetición y ahora mismo me da igual donde
me lleven… mi motor está apagado, de que sirve caminar si no sabes dónde
ir, estoy perdido y no encuentro los
satélites, mi gps se encuentra continuamente recalculando.
Me siento desganado, sin alicientes, en búsqueda continua en
mi google de las motivaciones importantes como para salir de este letargo, y
cuando crees que aparecen compruebas que solo ha sido un espejismo, no era lo
suficientemente inspirador, y se produce
un desasosiego…
Estoy con una tontuna mayor de lo habitual, con una resaca
permanente que me impide pensar con claridad, envuelto en una nebulosa que me
oculta las señales y pistas que me deja el destino.
Me veo vencido, derrotado, suplicando clemencia ante mi
verdugo, o mejor aún, que caiga el hacha ya sobre mi cuello y acabe con este
suplicio que es pensar, pensar, pensar y dar tregua a un cerebro que ha entrado
en bucle con un hay que hacer, hay que hacer, hay que hacer para luego no hacer
nada.
Ya es otoño en el Corte Inglés…y a mí se me caen las hojas.... Puto Otoño!!!.
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