Dejar la mente en banco.

No esque ande escaso de ideas, ni busque una meditación transcendental, no nado bajo las corrientes del nirvana o de la realidad onírica, simplemente no puedo evitar DEJAR LA MENTE EN BANCO, es lo único que me falta por dejar allí. Ahí deje mi dinero, mi esfuerzo y me tesón, entregué mi pasado, mil presentes y mi futuro, caí en sus edulcoradas garras, atraido por el fétido olor del dinero que ellos enmascararón perfumando los números, pero que en cuanto se evapora el hedor se hace insoportable. Antes eramos amigos, todo eran sonrisas y promesas de enamorados, te sacaban la alfombra roja, cual estrella de Hollywood, y te palmeaban la espalda estrepitosamente, ¿cuanto quieres?, ¿6?,¡ pues toma 15!, ¡por si acaso!,¡ no sea que te quedes corto!. Y jugaban a ser aseguradoras, constructoras, inmobiliaras, o si se terciaba te vendían una sartén con los escusa de nose que intereses y de plazos fijos, eso en mi jerga, siempre se llamó "trapicheo", por poner un ejemplo; el frutero de mi barrio jamás me ofreció pescado porque no "trapicheaba". Se acabaron los amigos, se guardaron las alfombras, se enfundaron las sonrisas..... Europa les cortó el "rollo", ya no se aguantan ni a ellos mismos, y comienzan las reestructuraciones, y como  todas, empiezan desde abajo, así dejarán en la calle al de ventanilla, al de cobros menores, al casi jubilado, al nuevo y a cualquier "desenchufado", allí (en la calle) se juntarán con los que no pudieron hacer frente a la hipoteca y juntos... DEJARÁN LA MENTE EN BANCO....