Recuerdo lo que me gustó cuando vi por primera vez Forrest
Gump, era una historia fresca, original, divertida, emotiva… Si algún día
quisiera dedicarme a ser crítico de cine jamás debería decir esto, pero como no
creo que se dé el caso y además se me empiezan a caer ya las escamas de pensar
y decir lo que otros quieren que piense o diga, lo diré: Forrest Gump está
dentro del ranking de mis películas favoritas.
Aún con todas las críticas mundiales positivas, como no en
nuestra España “Sálvame de luxe” se oyeron perlas como que era un film
superficial y ultraconservador, una vez más haciendo gala a nuestro afán
destructor, al fin y al cabo las críticas pueden decir misa mientras los
números acompañen, y los números de Forrest Gump acompañaron y empañaron los
cristales de las taquillas con el calor del dinero de las recaudaciones
brutales y estrepitosas que solo proporcionan los éxitos mundiales a los que se
acude en masa.
Enormes me parecen los “brochazos” de la película a la
historia de los Estados Unidos; la guerra de Vietnam, el movimiento Hippie, las
manifestaciones, el escándalo Watergate, la alusión a la compañía Apple, la
importancia que le dan a su liga de futbol americano y a sus universidades
entre otros, y enormes me parecen las “apariciones” porque eso no son cameos
son “apariciones” de; Elvis Presley, John F. Kennedy, Lyndon B. Jonhson,
Richard Nixon o John Lennon.
A fuego quedarán en nuestra memoria frases como; la vida es
como una caja de bombones…., me llamo Forrest, Forrest guuuuuuuuuuump o corre
Forrest, corre.
Que sí, que está claro que es una película de “sueño
americano”, persona con retraso mental y motriz que va superando trabas,
consiguiendo logros y cruzando metas, que con su lucha y su tesón rompe con las
barreras sociales y propias y llega al encumbramiento, a ser un personaje
destacado público y económicamente acaudalado.
Se pueden decir muchas cosas sobre esta película, demasiadas,
yo sigo descubriendo matices y encontrando aportes desde su estreno en 1994, y
me gusta verla nuevamente cada año; 1,2,3 veces… quien sabe… y me quedo con los
edulcorados guiños de verdades como puños como por ejemplo el desmesurado
cariño de madres a hijos, sean como sean, o por ejemplo el lugar
que ocupa en nuestras vidas nuestro primer amor (en la película Jenny), esa
cálida, cándida e inexperta experiencia de amor desmedida y desbocada que te
hace perder la cabeza, me quedo con los placeres no carnales que también saben
reflejar en la película de correr y segar la hierba, al principio nada de estas
dos cosas las veía como tal, Forrest las dos las hacía gratis, ahora entiendo
el trasfondo, y puede que os parezca un loco incluso puede que lo sea pero
pocos placeres son comparables al de correr y cortar la hierba, con beneficios
espirituales instantáneos… me quedo con la importancia de las amistades
verdaderas, las que siempre se han dicho que se cuentan con los dedos de una
mano, las que se suponen que son de por vida (Teniente Dan Taylor), e incluso
me atrevería a decir que hasta en la muerte (Bubba), y me quedo por supuesto
con el mensaje de que todo es una rueda, y la vida gira, y das vueltas, y hoy
estás arriba y mañana estás abajo, la “historia se repite”, y la pluma que
sobrevuela la vida al principio de la película vuelve a escapar del libro en la
que Forrest la tenía encerrada y retorna a su vuelo, a su libertad de recorrer
el mundo, a donde quiera transportarla el aire.
Emocionante. Es una de mis pelis preferidas, siempre lloro, me llega al alma.
ResponderEliminarEl gusto que da de vez en cuando comentarios como este... Gracias por leerme.
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