Escapada a Asturias.

Porque nos lo merecemos, y porque teniamos muchas ganas, pusimos el coche rumbo a Asturias este martes, no es nuestro desvirgue con estas tierras, ya la visitamos en varias ocasiones, pero para que siga existiendo este amor es obligado verse de vez en cuando, asique despues de varios años ya tocaba. Empezamos nuestro tránsito por una de las zonas de mas belleza paisajística, los Picos de Europa, entrando por la zona de Cantabria, donde como siempre es visita obligada el pueblo de Espinama, en concreto por la pasión que le profesamos de por vida a un restaurante cuyo nombre es "Nevandi", al cual le hemos dado todas las estrellas de nuestra "guia onanista", no es que allí se coma bien, por lo general en todo el norte se come bien, se come excepcional a un módico precio, normalmente desde allí se suele ir al teleférico de Fuente Dé y subir a los picos, esta vez descartamos la subida por nieve y vientos, y con el calor de el cocido montañes en nuestros estómagos y en nuestros corazónes, seguimos serpenteando, las incontables curvas que nos llevan a nuestro próximo destino, Ojedo.

Desde que empezamos a visitar la zona de Asturias y Cantabria comenzamos a consumir un tipo de orujo de marca Sierra del Oso, seguramente existan muchas marcas en el mercado y para gustos los colores, pero despues de llevar años catándolos y comprobar su trayectoría, defenderé esta marca a capa y espada, asi pues nos plantamos en Ojedo con la intención de visistar las instalaciones. El lugar como era de esperar con buenas vistas, paisaje verde y montaña, nos reciben amablemente y nos explican el proceso, nos enseñan donde y como elaboran, no se detienen en tecnicismos de profesionales y nos lo explican de una forma cercana y resolviendo nuestras dudas, verificamos el cariño con el que confeccionan su obra, no se detuvieron a quejarse de la crisis, actuaron y sacaron nuevos licores nuevas reseñas, entre las que se pueden ver cosas como licor de cerezas, de mojito, de yogurt y un largo etcétera, impresiona y se agradece seguir viendo gente con ilusión e imaginación. Con la alegría que proporciona el buen orujo (no borrachos), seguimos el itinerario que marcan las cumbres, cruzaremos Cangas de Onís y su puente romano con sentido Sames donde nos alojaremos esta semana.