Que corra la sidra.

El jueves seguíamos con los efectos de la nevada y puntos como los lagos de covadonga que queriamos visitar estaban inaccesibles, tocaba improvisar, el otro lugar era la Ruta del Cares y tampoco las teníamos todas con nosotros, decidimos que si marchábamos hacía la costa, la probabilidad de precipitaciones iba a ser menor. Se nos ocurrió que podiamos visitar las instalaciones de Sidra el Gaitero asique tomamos carretera dirección Villaviciosa, llegamos sobre la una del mediodía, a esa hora ya no admitían visitas (es conveniente ver horarios de visita en su página web), debido a la hora que era y a que el pueblo de Lastres no quedaba lejos de allí, y que en el mismo se ubica el "Restaurante El Mirador" tambien con todas las estrellas de nuestra "guía onanista" nos fuimos hacía allí con ganas de darnos un buen atracón, obviamente este restaurante lo conocimos con el boom de la seríe de televisión Doctor Mateo, de la cual mi suegro era un ferviente seguidor y estaba ambientada en los decorados naturales de la localidad de Lastres que un dia visitamos juntos. Al llegar al restaurante nos topamos con el triste y descorazonador cartel de: "Cerramos los jueves por descanso semanal", hasta el momento el día nos estaba saliendo redondo!!!. Probamos a picotear en otros de la localidad, que no nos llegaron a satisfacer lo suficiente como para quedarnos a comer, ademas de presenciar unos precios alemanes... retorno a Villaviciosa, comida allí en lugar de mas de lo mismo.
A las 4 de la tarde daba comienzo nuestra visita por las instalaciones de Sidra el Gaitero, el personal muy amable, y la fábrica con unos cuantos años ya de existencia, rezuma vida por sus poros, lástima que no fueramos en temporada de elaboración, por los olores, por los colores...... Aún así merece la pena ya que se puede ver por la diferente maquinaría, los diferentes estados de adaptación por los que ha ido pasando la industria, contando en algún momento de su vida hasta con la elaboración del propio vidrio. Muchos fueron los detalles que me llamaron la atención, los comienzos de exportación fueron uno de ellos, y la necesidad de inventar, innovar y evolucionar con el fín de satisfacer esos mercados, pues las primeras muestras no llegaban en las mejores condiciones. La inteligencia de los primeros propietarios que decidieron asentar la planta al lado de la ría, fortaleciendo las conexiones con otros puntos y permitiendo un mayor volumen de transporte de lo que eran capaces de soportar las vías terrestres de entonces.

 Muy poca gente sabrá tambien de la variedad de productos que procesa El Gaitero, como por ejemplo turrrones, fabada asturiana, callos, mermelada, polvorones y un montón de cosas más. Fascinante es tambien cuando hablan de números, de cantidades, ya sea de botellas, de litros o de capacidad de sus impresionantes toneles, espero que sigan siendo siempre de madera, sino perdería parte de su encanto. Terminamos con una desgustación y nos quedamos con ganas de ver su museo que por estar fuera de temporada estaba cerrado. Y partimos hacia nuestro hospedaje temporal de Sames con la sensación de haber vivido un trocito de historia, y de haber conocido un lugar capaz de transmitir al mundo una tradición, la de la manzana de Asturias.