Mas allá de la vida.

En pleno centro de Madrid, como si se tratase de una ciudad dentro de la ciudad, se puede ver lo que nos espera más allá de la vida, bajo la razón social de Cementerio de la Almudena, y con unos números aproximados de 120 hectáreas de extensión, en el que reposan alrededor de cinco millones de personas lo que lo convierte en una de las necrópolis mas grande de Europa. Mi segunda visita a este impresionante lugar me permitió verlo no en toda su dimensión pues esto me llevaría dias, pero si fijándome en algunos detalles, que en mi primera visita debido a las circunstancias no pude prestarles atención.

Para empezar el pórtico de entrada es alucinante, transportándome a la pomposidad que tendría el palacio de algún emperador romano, acto seguido empiezas a vislumbrar edificaciones de un estilo que yo definiría..... "mortuorio", si... no lo veo ni gótico, ni rómanico, lo veo mortuorio, de hecho un edificio de estos lo colocas en un entorno mas alegre y seguiría hallándose mortuorio, llama enérgicamente la atención la capilla, que en mi primera visita me pareció una especie de fúnebre-auto, que es como el servicio de las cadenas de comida rápida para los coches, pero trasladado al mundo funenario; llega el coche fúnebre, parada en la puerta de capilla, responso relámpago y sepultura, es casi como en la fórmula 1, si pestañeas te lo pierdes. En esta visita además me fije en la estatua que puebla el tejado de dicha capilla, que según cuenta la leyenda, este ángel dispone de una trompeta y todo aquel que la oye sonar tiene los dias contados, otros afirman que el día que se oiga la trompeta habrá llegado el juicio final, ante semejantes espectativas en la última restauración al ángel que tenía la trompeta en los labios, se le arrebato de los mismos trasladándosela a las piernas. Por lo demás es un sitio que impresiona por su enormidad, por ser lo que es, por el halo que lo envuelve y por su situación.