Aterrizamos ayer domingo por la noche en el sofá de casa, después de un fin de semana duro, completo en celebraciones familiares, toca tirarse, acomodarse, relajarse, envolverte en tus olores y disfrutar de la paz y el sosiego que solo se respira en el hogar de uno mismo. Con optimismo encendemos nuesto tdt conscientes de que a dia de hoy ya son aproximádamente 30 canales los que sintoniza, sin embargo no encontramos nada que nos apasione, parece que el crecimiento de nuevos canales de tv es inversamente proporcional a la calidad de los mismos. Al final tras 3 minutos de negociación, fallamos por cuatro que en ese momento están poniendo Callejeros Viajeros en Tokyo, que tenemos la sospecha de que es un programa ya emitido, pero que no hemos visto, al menos resultará entretenido. Ver Callejeros Viajeros supone conocer mundo desde el sofá de casa, significa plantearse la vida de otra manera pues ves como vive otra gente y normalmente sientes una necesidad incontenible de irte a vivir al sitio que te están mostrando o al menos visitarlo en tus próximas vacaciones, aunque nunca se convertirá en realidad.
Tokyo es un conglomerado de luces, sonido y gente,
un amotinamiento del caos, un hacinamiento de la confusión ... y aunque me imagino que la ciudad funcionará perfectamente, e incluso se sentirán orgullosos de su hipermodernismo, en mi modesta opinión es un claro ejemplo de la "involución" humana. El acabóse llegó cuando mostraron el Hotel Capsula, un hotel no apto para claustrofóbicos, que más que un hotel parece una pared de nichos de cualquier cementerio español. Cabinas de 2 metros de longitud, 1 metro de alto y 1.25 metros de ancho, construidas en plástico o fibra de vidrio, equipadas con mini tv, consola y conexión a internet, para la privacidad vienen provistas de una cortinilla, y por lo que dijo el reportero viajero con un precio de 42 euros por tal derroche de lujo y pompa. Madre mia!!! con lo que se ha peleado en nuestro pais solo porque todas las habitaciones de los hoteles contasen con baño propio!!!. El perfil del usuario habitual de este... (no encuentro calificativo) hotel, afirman que son personas con vergüenza como para enfrentarse a sus parejas o personas que se encuentran demasiado ebrias como para viajar con seguridad, asi como gente que a perdido el último transporte.
Esto me recuerda bastante a mis últimos vuelos en avión, y si es en low cost aún más, donde la última vez casi llevaba las rodillas en las orejas, entretanto salen a la luz las leyes de bienestar animal (de las cuales estoy de acuerdo) en ellas se exigen un número determinado de metros para cada animal ya sea a la hora de transportar como para su vivienda ordinaria, con el fin de evitar hacinamientos, asi como la obligatoriedad de suministrarles comida, bebida, y resguardarles de las inclemencias meteorológicas. Protejamos estas medidas, pues es progresar ir hacia mejor, evolucionar y cuando ya tengamos los animales satisfechos... igual nos podriamos permitir dejar de involucionar y plantear una ley donde asegurar y perseguir el bienestar humano.
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