Un mundo en constante mobbing.

Yo no tengo la culpa de la crisis.
Yo no tengo la culpa de que Febrero sea un mes malo en ventas.
No soy el culpable de todos los gastos generados.
Yo no tengo la culpa del precio de la materia prima.

Yo no tengo la culpa de los márgenes de ganancias.
Yo no tengo la culpa de la rentabilidad del negocio.
No soy el culpable de que no se gane lo deseado.
Yo no tengo la culpa de la situación económica.

Yo no tengo la culpa de los impuestos.
Yo no tengo la culpa de la burocracia.
No soy el culpable de las trabas administrativas.
Yo no tengo la culpa de la incompetencia de la administración.

Yo no tengo la culpa de que te aprieten desde arriba.
Yo no tengo la culpa de tu día malhumorado.
No soy el culpable de los problemas diarios que arrastres.
Yo no tengo la culpa, ¿porque descargas sobre mi tu ira?

Yo no tengo la culpa de cada uno de los errores humanos.
Yo no tengo la culpa de querer tratar bien a la gente.
No soy el culpable de que quieras que reinen las tinieblas.
Yo no tengo la culpa de tratar a la gente como personas.

En alguna parte he leído que pobre de aquellas empresas que han machacado y exprimido a sus empleados con la excusa de la crisis, ¡Ay de aquellos que no cuidaron las relaciones personales!.
La vida son ciclos y la tortilla siempre se da la vuelta, este invento de la crisis en algún momento despegará porque así ha sido en otras ocasiones, y comenzará el meneo, y los fichajes de invierno, de verano o de cuando se tercie, al fin y al cabo el factor humano siempre será imprescindible.