El albergue municipal de Nájera solo tenía una habitación, seríamos como 100, asique en el combate de ronquidos habitual creo que superamos al orfeon donostiarra en sonoridad, algunos le ponemos todo nuestro empeño a lo que hacemos... por lo tanto he llegado a la conclusión que la gente no madruga... la gente huye!!! Y sino como se explica cientos de locos andando de noche por los caminos??? Gente con linternas o con el móvil para no "hostiarse" o perderse... aunque hay que reconocer que la estampa es bastante peculiar a la par que bonita.
Quede claro que ninguna pega al albergue municipal de Nájera, solo piden la voluntad y los que allí trabajan son voluntarios, por cierto majisimos. Y a dios gracias que podimos coger cama, en estos días siempre he visto colgar el cartel de completo en todos los albergues y da mucha pena la gente que llega después y tiene que buscarse la vida.
Salimos dirección Santo Domingo de la Calzada, pero esta solo queda a unos 22 km y queremos estirar un poco más la jornada, aunque se puede complicar la cosa, en la página web del tiempo nos sale amenaza de lluvia a mediodía y tal como está el cielo parece que estaba vez acertarán.
Vamos dejando atrás los viñedos riojanos, cada vez invadidos más por paisajes cerealistas, entramos en la localidad de Cirueña entre unas urbanizaciones prácticamente vacías, y atestadas de carteles de "se vende"... otro ejemplo más de la tontería inmobiliaria.
La verdad que hoy el camino es bastante monótono, casi todo el rato pegados a la nacional 120 y ver coches y camiones no mola nada... pero estamos a punto de entrar en la Comunidad de Castilla y León por la provincia de Burgos y eso a uno le hace especial ilusión, la tierra siempre tira. Con 35 nuevos kilómetros en los pies decidimos hacer alto en el pequeño pueblo de Redecilla del camino, primer pueblo de la provincia Burgalesa.
Nos metemos en un albergue muy pequeño, enano para lo que estamos acostumbrados, 2 habitaciones y 10 camas en total... bueno... ya tiene más habitaciones que el albergue de Nájera, al menos el doble (que fácil es manipular las estadísticas)... La lluvia no nos ha pillado por minutos y encima venía pegando fuerte...
No hay mucho que ver por aquí, además sigue lloviendo, poco se puede hacer esta tarde a parte de tomar unas cervezas con otros peregrinos en el bar del pueblo... Me encuentro con el cartel de una masajista especialista en pies, creo que me voy a darme el capricho, después de 237 kilómetros se lo merecen... le presento a mis hijas... no se sorprende... Que no habrá visto esta buena mujer en los pies de los peregrinos???... ella empieza a darle y darle... Dios que a gusto!!! Y me quedo frito en la camilla... la señora me despierta con una sonrisa, la pregunto que la debo y me dice que la voluntad... me flipa esta solidaridad pro-camino!!!
Como somos tan poquitos en el albergue cabemos todos en el salón, por allí anda una guitarra desperdigada y unas botellas de vino tinto y un aragonés se arranca por Sabina... allí Australianos, Franceses, Alemanes, Argentinos y hasta un Ribera del Duero, así son las noches de albergue.
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