Burgos ha hecho honor a su fama... Hace un frio de pelotas!!! Primer día que tengo que ponerme el jersey para salir a andar y aun así tampoco se va muy cómodo hasta por lo menos después de 2 horas de caminata... Las manos congeladas, pero quien coño me iba a decir a mi que iba a necesitar guantes en pleno septiembre, joder si habrá gente todavía tostándose en la playa...
El camino más o menos como ayer, aburridete porque continuamos gran parte del tiempo pegados a la carretera, menos mal que te vas cruzando con gente continuamente... El saludo mínimo es: Buen camino!!! Eso con todos... Habré dicho ya la frasecita como 4000 veces... Con algunos aveces coincides en alguna parada y te pones a charlar... y suceden cosas bastante graciosas...Cómo hay bastante extranjero en el camino se tira mucho de inglés... hoy he empezado a hablar con un chaval, chapurreando mi inglés de Wisconsin, el con su inglés de Michigan... joder, el tío era de Albacete!!! Te da la risa cuando te das cuenta y te sientes muy tonto... Ayer le pasó a Peter, 15 minutos hablando en inglés con una chica y resulta que los dos eran alemanes... No se porque pero sospecho que nos volverá a pasar.
También curioso ha sido encontrarnos con una chica gallega que coincidió con nosotros dos noches antes en el albergue de Nájera, resulta que Peter se dejó un libro en la cama y la chica lo recogió con la esperanza de coincidir con nosotros y entregárselo, yo flipaba, pero Peter lo había dejado intencionadamente y me dió pena por la chica que lo hizo con toda su mejor intención.
Me va este rollo de gente que se preocupa por otra gente y eso en el camino se estila, en los albergues suele haber unos cajones donde pone: Coge lo que necesites, deja lo que no necesites... Tiene mucho sentido, lo que a lo mejor a ti no te sirve para nada a otro le viene que ni pintado... Desde libros a chubasqueros, calcetines, gayumbos, cosméticos, etc, etc... Es como un mercadillo en mp3 y gratuito.
Es mediodía cuando llegamos a Villafranca Montes de Oca, llevamos unos 27 km, se nos queda un pelin corta la etapa, el problema es que el próximo pueblo está como a 11 kilómetros y no hay absolutamente nada entre medias, además hay que subir un puerto (la pedraja ) y para más inri el cielo está cada vez más negro... acabamos de hablar con unos Finlandeses (señores mayores) que acaban de ver la altimetría y han decidido saltarse esta etapa, lo cruzarán en taxi... nosotros decidimos jugarnosla.
De momento el paisaje ha cambiado totalmente, ya no hay coches, ya no es aburrido, ya se ve montaña, arroyos, árboles, senderos, lo que nosotros queremos... Y vamos subiendo progresivamente, arriba sopla aun más el aire, ahora que casi habíamos conseguido quitarnos el jersey...pero aquí nada importa, vuelve a oler a campo, a monte, vuelve a sonar a campo a monte...
Nos encontramos en mitad del bosque una especie de artesano de la madera, talla diferentes objetos, y ha colocado un enorme poste donde la gente puede añadir flechas de madera en dirección a su lugar de origen, además el sitio lo ha decorado con banderas de forma que a mi me recordaba a un campamento base de esos de las espediciones en el Himalaya (por frío casi hasta colaria).
Estamos muertos cuando por fin se divisa San Juan de Ortega, llevamos 39 km en nuestras polvorientas zapatillas... La suerte es que por segundo día consecutivo nos hemos librado por pelos de la lluvia... Y entramos en un albergue de gruesos muros, de esos de mezcla entre ruina e historia, de esos de libros de leyendas de pilares y de tierras, de esos en los que te gustara que las piedras hablaran y desvelasen sus memorias ... Aquí me hayo, escribiendo, en la oscuridad absoluta, donde tantas veces hicieran tantos volar sus tintas ...en este antiguo convento del siglo XII.
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