PeregrinaciON. Km 303.

     Tenía que pasar... La gente está tan obsesionada con pegarse el madrugón para salir a andar que se olvidan de los peligros de la noche... Era noche cerrada, sin luna,  cubierta de nubes... vamos,  que no se veía ni jurar!!! Habían salido a andar a las 5:30 y se perdieron, el problema es que los que iban detrás siguieron las luces de sus linternas en vez de buscar las flechas amarillas y se perdieron también... Cuando Peter y yo empezamos nuestra jornada a las 6:45 (también de noche), ellos volvían después de perderse durante 6 km!!! A empezar otra vez!!!

Teníamos muy clara la etapa de hoy, había que llegar a Burgos,  26 km en total y en principio salvo que nos lloviese no debería de haber mayores problemas,  con el frio ya nos habíamos resignado... Siempre hace frio en Burgoslavia!!!

Nuevo loco en nuestro camino  (tenemos imán)... Vamos cruzando pueblecitos y pasado Atapuerca nos aborda un señor mayor, nos cuenta que desde allí existen 2 caminos, el original andando de toda la vida pero que tiene una parte sin señalizar o uno nuevo que sólo tiene 37 años y que antes se usaba para el paso de carruajes por el camino y que es el que se usa en la actualidad, los 2 van a parar al mismo sitio, pero el original es mucho más bonito según el señor. Si decidimos hacerle caso el nos acompaña la parte sin señalizar... Escogemos ir con el,  de primeras la situación te pone un tanto alerta puesto que ves que todos los demás van cogiendo el camino contrario.

Intentamos avanzar pero el hombre tiene una edad y va muy despacio, además se empeña en explicarnos cada centímetro cuadrado del recorrido, creo que este loco tiene la enfermedad de la soledad... le cortamos y le interrumpidos a propósito en sus explicaciones, le advertimos que queremos llegar a Santiago pero el a lo suyo, en su intento por mantener el recuerdo del camino que el considera ... al final ya nos mata la impaciencia y dejamos a este buen hombre con las excusa de que parados nos estamos enfriando y tiramos monte arriba en busca de señales, total,  ya estábamos semi-perdidos... No sabremos como sería el otro camino, pero la belleza de este que nos había prometido el viejo era cierta, un bosque espeso de encinares, al no tener prácticamente tránsito pudimos ver corzos en varias ocasiones y efectivamente el camino terminaba por conectar con el otro.

Ya con todo el rebaño nos encontramos con unos chavales con los que coincidimos en el albergue anterior (1 inglés, 1 alemán y 2 italianos), empezamos a hablar, estuvimos bastante tiempo juntos, íbamos todos al albergue municipal de Burgos... preguntaban si el albergue tenía cocina pero no y les decepcionó bastante, supongo que estarían de bocadillos hasta el moño y siendo estudiante no puedes permitirte restaurante todos los días, asique querían cocinarse algo. Después de ver su desilusión les dije que iba a intentar buscar cocina, en Burgos no es que juegue en casa pero casi.

Nos quedamos impresionados con el albergue de Burgos,  no tendría cocina, pero seguramente sea el mejor albergue de todos por los que hemos pasado, está todo muy nuevo, salas comunes enormes, decoración moderna, camarotes de 6 personas, con enchufe y luz individual en cada litera (esto es un lujazo en un albergue)... pero no era día de estar en albergue, ya he dicho que casi jugaba en casa...

Mi hermana nos tenía preparada una comilona recarga-pilas a nuestro paso por Burgos a Peter y a mi, también pudimos disfrutar de una ducha como dios manda, osea, sin colas de espera, sin frio calor descontrolado y lo más importante podernos secar con una toalla de verdad!!! Los que hayáis probado toallas de microfibras me entenderéis, no pesan nada pero secan lo mismo... También al estar en una casa me dí cuenta que llevaba 11 días sin ver televisión, que no sabía nada del mundo y que poco me importaba.

Quedamos a las 7 de la tarde con el grupo de chavales, les había conseguido sitio para cocinar y cenar donde mi otra hermana... en tan sólo un día había conseguido pringar a media familia, soy un crack!!! Gracias hermanas!!! La casa nos quedaba como a 2 kilómetros, imaginaos las ganas que tendríamos de andar... propuse bus pero el chaval alemán dijo que el era peregrino 100%, que mientras hiciese el camino no cogeria ningún vehículo, los demás respetamos su opinión (sin refunfuñar) y decidimos ir todos andando.

Los italianos hicieron pasta (lógicamente), también hicimos una ensalada, Peter se antojó de unos pimientos de padrón  (también los compramos), y por supuesto vino de Ribera del Duero,  tenían que probarlo.
Lo mejor de todo, juntar 4 nacionalidades, 4 idiomas entre la mesa, circulando entre la pasta, el vino, la ensalada y los pimientos!!! Mi cuñado y mis sobrinas se sumaron a la fiesta y yo orgulloso de ello porque para ellas puede ser una gran lección de futuro, de ver que existen otras culturas con otros tipos de pensamientos. La cena genial, muchos idiomas,  muchas risas, por haber hubo hasta magia por parte de uno de los italianos que nos dejó a todos con la boca abierta.

Otros 2 km de vuelta y Peter que es un loco de los "churros" (le pierden)(en alguna localidad ya nos hemos tenido que desviar de la ruta por querer zamparse unos churros) quería que los chavales probasen los churros, así pues nuestra aventura Burgalesa terminó con Peter invitando a los chavales a churros en la chocolateria con las mejores vistas de Burgos, la chocolateria de al lado de la catedral.