Hoy salgo desde Saint Jean pie de port dirección Roncesvalles... lo de la noche anterior fue un poco la locura, llegué a Saint Jean a las 19:30 y lo de buscar albergue... eso parecía Pekin exprés... estaban todos completos, ya me veía pidiendo asilo político... pero al final la suerte me sonrió.. con el tiempo justo salí a cenar algo porque el albergue cierra sus puertas a las 21:30 y en esto son muy estrictos... Además tampoco quería perderme el gran evento, a las 23:00 aproximadamente empezó el combate de ronquidos...
Me alucinó la diversidad cultural, ya sabia que el camino era multicultural pero en la localidad francesa prácticamente lo que menos había eran Españoles, cené con un alemán y 2 New Yorkinas, en la habitación un francés, 2 Australianas y menos mal, 2 leonesas... empezaba a quedarme sin vocabulario inglés.
La vida del peregrino empieza temprano... A las 6 arriba, antes no porque no había desayuno... Último vistazo al precioso pueblo de Saint Jean y empezamos a andar... es curioso, la gente ha dejado las prisas en sus ciudades, en sus pueblos... han dejado su mal carácter también, sus estreses diarios... y te saludas con cada caminante, intercambias palabras, preguntas nacionalidades o simplemente os deseáis buen camino.. así, sin conocerse de nada. Me gusta este buen rollo , ya podríamos ser más así habitualmente!!!
Del paisaje que decir, estoy cruzando los Pirineos, montaña tras montaña, dan ganas de pararse a cada paso a hacer una foto... pero no puede ser, hemos venido a andar... y se trata de un terreno durete, complicado para la primera jornada, son 26 km pero con un desnivel de más de 1200 metros... prácticamente 20 km subiendo... el resto de bajada y no sabes que es peor, con el peso las rodillas sufren en las bajadas.
Me doy cuenta de mi primer error, voy demasiado cargado, puta obsesión con las cosas, tenemos demasiado apego a nuestras posesiones y al final no son más que lastres que dificultan nuestro avance... deberíamos ir más ligeros por la vida, deberíamos no ser tan dependientes de todo, me doy cuenta de lo esclavizados que estamos.
Aún con mi carga, he conseguido sacar un buen ritmo y eso me asegura un puesto en el albergue (en Roncesvalles solo hay 1)(Gigante pero solo 1)...
Una vez conseguido donde dormir, toca disfrutar un poco, ducha, una cañita (que nos la hemos ganado ), relax para los pies y me voy a comer con el alemán de anoche y con unas Vallisoletanas que he conocido hoy, todos ellos majisimos... Gente que alegra mi camino.
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